miércoles, 16 de diciembre de 2015

Propósito de año nuevo.

Se termina diciembre, y con él este año. Realmente se termina un año más, otro año que ha pasado sin pena ni gloria, y a decir verdad, este último mes tampoco ha sido el mejor de todo el año. Cerrar etapas cuesta, cuesta y duele, y todavía no están encerradas bajo siete llaves. Sabemos que hemos tomado la decisión correcta pero...¿y si no es así? Si lo es...¿por qué nos cuesta tanto seguir adelante? Será que todo es cuestión de tiempo dicen por ahí...
Y ese tiempo comienza en apenas unos días. Un tiempo que comienza a contar como otro año que tenemos por delante. Cenaremos en familia, nos pondremos guapos y guapas y saldremos a recibirlo con nuestros amigos pero...no deja de ser una tradición vacía. Y ahí comienzan a contar las horas de nuevo...el día uno, el día dos....así hasta sumar 365 o 366 en este caso. ¿Y después que? Nadie nos dice como solucionar nuestros problemas, ni como seguir adelante sonriendo a la vida cuando ella tampoco nos sonríe demasiado. Dicen que es tiempo de cambios, ¿pero que va a cambiar? ¿dejaremos de sentir tristeza? ¿o dolor? ¿o melancolía? Lo cierto es que no. Un año comienza sí, pero nosotros seguiremos siendo los mismos y nuestros problemas no habrán desaparecido. No se puede dejar de querer de un día para otro, ni de echar de menos, ni tan siquiera perdonar o dejar de esperar. Entonces puede que nos preguntemos ¿cuál es la ilusión del nuevo año?
Pues esperar que un día nos levantemos y la vida nos sonría. Dejaremos de estar apagados para resplandecer cada día, nos vestiremos con una sonrisa y saldremos a comernos el mundo. Porque sí, porque la ilusión no puede ceder su terreno a la desesperanza. Y ese es mi deseo para este año que está a la vuelta de la esquina: recuperar mi ilusión perdida, dejar a un lado la monotonía y la rutina, y volver a sentir esas ganas olvidadas de comerme el mundo cada día.

martes, 10 de noviembre de 2015

Punto y final.

.

Punto y aparte, punto y final.

Qué fácil es ponerlo plasmado en una hoja de papel, pero que difícil resulta ponerlo en la vida real. Significa que algo se termina, algo que quieres, algo que te importa. Es un no retroceso, aunque sea para mirar hacia un futuro mejor, o diferente en tal caso. Pero ese futuro asusta. Da miedo imaginar ese futuro sin ver a esa persona en él, porque lo echaremos de menos y solo vemos el vacío que va dejando...
Pero la vida sigue, y todo tiene que evolucionar, aunque duela, aunque decepcione, aunque signifique amargas lágrimas.
Yo he puesto mi punto y final, con tristes lágrimas y angustiosas horas de desvelo. Aunque ahora lo vea todo negro, confío en que ese velo se irá desvaneciendo con el tiempo y al fin del camino vuelva a brillar el sol.

martes, 20 de octubre de 2015

Un triste final

Cierro los ojos. Los abro. Tú estás ahí, te estoy viendo sentado delante de mí. Tu mano cobra vida y de pronto acaricia mi mejilla. Vuelvo a cerrar los ojos, ladeo la cabeza, pongo mi mano sobre la tuya. Los abro, sigues estando ahí. Abro los labios, quiero decirte algo. Tú me miras con atención, sonríes, pestañeas. Pero los cierro de nuevo. Las palabras adecuadas no acuden a mí. Suspiro. Me apoyo en el respaldo de la silla. Vuelvo a suspirar. Retiras tu mano de mi mejilla y me miras. Tus labios se curvan en una fina sonrisa. Bajo la mirada. Sigo sin saber que decirte. 
Tu mano se posa en mi rodilla, hace que levante la vista y te mire. Tus ojos brillan. Los míos se humedecen. Lucho contra esa lágrima que pretende escaparse y recorrer el camino de mi mejilla. Por un momento gano la partida. Te miro, vas a decirme algo. Tu boca, esa boca que tanto he anhelado, se abre. "Lucía...yo..." Se cierra de nuevo, Mis ojos van recorriendo cada lunar de tu cara, los cuento, los intento memorizar, por si no vuelvo a verlos. Suspiro de nuevo. Tu mano se mueve hasta la mitad de mi muslo, hace un breve intento de lo que podría asemejarse a una caricia. La miro. Tú la retiras de repente, como si algo te hubiese quemado. Te miro. Tú bajas la mirada. Otra lágrima comienza a retarme, esta vez por el lado contrario. Consigo retenerla de nuevo. Abro mi boca, me concentro en que salga algún sonido. La vuelvo a cerrar. Las palabras no salen. Me miras entornando los ojos. Tú tampoco eres capaz de seguir. Lo noto. Esperas mi reacción. Yo sigo paralizada. Tú mano se vuelve a posar sobre mi mejilla. Tus dedos rozan mi piel. Me miras. Mi piel te quema. Te apartas. Suspiras. 
Mi lágrima consigue escaparse. Comienza su camino. Rueda por mi mejilla, muere en mis labios. Tu mano se levanta con intención de recogerla. Giro la cara. No te lo permito. Me armo de valor. Suspiro y te miro por una última vez. Mis ojos recorren tu cara, analizan tus ojos y por último se posan en tus labios. Meneo la cabeza. Digo un "no" susurrante. Me levanto. Me miras asombrado. Escucho un " ¿a donde vas?" que me suena muy lejano. Bajo la cabeza, me miro los pies. La levanto. Mis lágrimas han cobrado vida propia, no me obedecen. Abro los labios de nuevo y esta vez si sale un sonido...."Adiós". Te miro por una última vez. Estás estupefacto, Consigo que mis pies sí me obedezcan y comienzo a caminar. No me retienes. Espero a ver si te oigo pero solo escucho el latido de mi corazón. Bajo la cabeza y paso a paso me voy alejando de ti. Ahora ya sí, esto es el final, me digo. Soy un mar de llanto. Pero mi conciencia me dice que hago lo correcto. "No mires atrás" me digo. Necesito toda mi fuerza de voluntad pero no lo hago. Agarro el pomo de la puerta y salgo a la calle. El frío helado me traspasa. Creo que nunca he sentido tanto frío. Estoy sola, sola bajo una lluvia gris que camufla mis amargas lágrimas. Comienzo a caminar sin mirar atrás. 

lunes, 24 de agosto de 2015

Miedo....espiral de miedo.

Miedo. ¿Qué se esconde tras esta palabra?
Miedo a quererte y perderte. O miedo a perderte simplemente. Nos acostumbramos a una rutina, a levantarnos cada día y vivirlo de la misma manera que el día anterior, sin riesgos, sin cambios, sin emociones muchas veces. ¿Y a qué nos conduce esa pérdida de emociones? A un abismo que nos asusta....ahí aparece de nuevo el miedo. Somos víctimas de nuestros propios miedos, y no sabemos vencerlos, o simplemente no queremos....
Miedo a tenerte.... porque sí, también es arriesgado en cierto modo, porque los sentimientos nos invadirán y reclamarán mucho espacio en nuestro corazón...¿y si no estamos preparados para eso? ¿y si nuestro corazón todavía no puede sentir? Todo se reduce a una misma palabra...Sí, miedo de nuevo. Tenemos miedo a sentir, porque nos pueden hacer daño, lo que desemboca de nuevo en miedo a perderte....
Sí, al final no deja de ser un círculo vicioso. El miedo nos paraliza, es una espiral que va ganando terreno en nuestro día a día...todo se acaba reduciendo a eso. Y todos tenemos nuestros propios temores, temores que nos impiden avanzar, que nos paralizan, que nos impiden romper con nuestras rutinas.
Nadie dijo que la vida fuese fácil, que los riesgos no cuesten, pero no podemos dejar que el miedo gane la partida. Se alimenta de nuestras desilusiones y nuestros fracasos, pero tenemos que ser capaces de vencerlo y relegarlo a un ínfimo espacio en nuestro interior, porque sino, no estaremos viviendo, Y la vida es demasiado bonita para desperdiciarla siendo cobardes...
Lo reconozco, yo la estoy desperdiciando al permitirle ganar la partida, no cometais el mismo error.
Vive sin miedo.

miércoles, 17 de junio de 2015

Sueños

Soñar no es malo. Los sueños significan nuestras metas, nuestros miedos, nuestros anhelos, nuestros deseos más profundos.
Cerramos los ojos y nos dejamos llevar, a un pasado lejano o a un futuro incierto, a veces despiertos y a veces durmiendo. La diferencia la marca nuestro nivel de consciencia. Si soñamos despiertos es cuando imaginamos el mundo en el que nos gustaría vivir, donde todo sería más fácil, donde prácticamente nuestra vida sería perfecta. Pero cuando soñamos dormidos, es nuestro subconsciente quien tiene el poder, nos puede incluso traicionar, sacando recuerdos o reviviendo momentos que guardamos bajo llave en un rincón de nuestra memoria. Ahí es cuando nos despertamos con un amargo sabor de boca y una punzada de nostalgia en el corazón.
Los sueños nos pueden ayudar a mejorar. Necesitamos soñar, anhelar, desear...y buscar los métodos para perseguir nuestros sueños y poder alcanzarlos, aunque sea con la puntita de los dedos, pero también no podemos despegar demasiado los pies del suelo, porque entonces las nubes de tormenta nos pueden arrastrar y dejar caer en el abismo de la decepción.
Soñemos, dormidos y despiertos, para que los sueños dejen de ser solo eso y puedan convertirse en realidad, en nuestro futuro.

viernes, 24 de abril de 2015

No busco lo inalcanzable....

No busco un príncipe azul de película,para el que sea la única princesa que pisa la tierra. Solo quiero un chico normal,que me haga sentir especial aunque sea con una sola sonrisa.
No busco un chico perfecto,solo busco un chico que sepa convivir con sus imperfecciones y con las mías también.
No busco un chico frío,busco un chico cariñoso que me de un abrazo cuando lo necesito,o un beso cuando le apetezca.Pero al que yo pueda abrazar o besar cuando quiera,sin prejuicios,sin explicaciones.
No busco un chico posesivo,ni yo quiero serlo con él. Busco a alguien que confíe en mí y en él que yo también pueda confiar,sin dudas,sin temores,sin demostraciones absurdas. Pero si con un puntito de celos,porque los celos en su justa medida no son malos,significan el miedo a perder algo bueno que tenemos,la importancia de alguien a quien queremos,a quien valoramos,a quien nos gusta tener cerca.
No busco un chico que tenga que enviarme flores todos los días para demostrarme que se acuerda de mí.Busco un chico que tan solo se acuerde de mí porque me echa de menos,porque tiene ganas de verme.
No busco un chico que me prometa la luna,solo busco a alguien que me ilusione cada día,que eso haga que siga a su lado,que no quiera alejarme y que quiera compartir momentos y más momentos con él.
No busco un chico al que atarme,busco un chico con el que pueda compartir mi libertad,sin restricciones ni ataduras forzadas.
No busco un chico que se dedique en cuerpo y alma a mí, busco un chico que tan solo comparta su tiempo conmigo,que me incluya en sus planes,pero que también haga otros sin mí. Porque el espacio también es necesario,necesitamos aire fresco cada día.
No busco un chico que tenga que decirme a todas horas donde está,ni con el que yo tenga que hacerlo,porque la confianza es el pilar fundamental,y si podemos confiar uno en el otro ya habremos ganado la partida.
No busco un chico que me tenga que comprar a base de regalos,solo busco un chico que tenga detalles porque así le salen del corazón,y no tienen por qué ser materiales.A veces un gesto tierno es el mejor regalo y eso con dinero no se compra.
No busco un chico que se convierta en mi sombra,porque los dos tendremos nuestras vidas independientes,serán compartidas pero no una sola.
No busco un chico perfecto,porque no existen.Solo busco un chico que sepa hacerme feliz,que me haga sonreír y ver que cada día es un motivo para luchar por nuestra felicidad. Busco un chico que cuando sus dedos rocen mi piel me haga estremecer. Busco un chico que me mire con dulzura a la vez que con pasión,mientras esa ternura ahoga mis palabras. Busco un chico que me quiera por como soy y al que yo querer por como es. Busco un chico con el que compartir,no por el que tenga que renunciar.
Busco un chico al que incluír en mi futuro sin borrar mi pasado y con el que pueda compartir mi presente.
¿Será posible o solo será un sueño?

jueves, 5 de marzo de 2015

Mañana al despertar nada habrá cambiado...

Me gustaría acostarme, cerrar los ojos y dormir, para que mañana al despertar lo hiciese con ojos cargados de inocencia.
Me gustaría poder mirarte y no hacerlo con desconfianza, buscando la bondad que hay en ti, y no pensando en que momento me vas a hacer daño. También a ti, y a ti, y a ti que estás leyendo estas líneas.
Me gustaría volver a sentir ilusión, ilusión por algo, ilusión por ti. Pero creo que ya no sé que es eso, me siento vacía.
Me gustaría creer en ti, en lo que nos une, en un futuro. Pero solo me limito a creer que lo bueno no va a durar..
Me gustaría quitarme esta coraza que me aprisiona y a veces me ahoga, pero sé que no puedo, que no debo, porque dentro de muy poco la voy a necesitar de nuevo.
Me gustaría poder abrirme a ti, decirte como me siento a cada momento, pero no lo hago por miedo a que salgas huyendo.
Me gustaría sonreír sin miedo, segura de mí misma y de ti, pero mis sonrisas están llenas de inseguridades y temores.
Me gustaría confiar, confiar en todo, pero por más que lo intento, la desconfianza acaba volviendo a mí.
Me gustaría no sentirme cansada cada día, sin que el cansancio emocional me pese cada noche al acostarme.
Me gustaría abrazarte cuando lo siento, sin temer tu reacción.
Me gustaría no tener dudas a cada instante, pero dudo hasta de mi propia sombra.
Me gustaría mirarte y verme reflejada en tus pupilas, pero solo veo oscuridad por más que lo intento.
Me gustaría sentirte cerca, y no sentir que cada día que pasa te alejas un poco más.
Me gustaría besarte. Besarte cuando quisiese, cuando me apeteciese, sin preocuparme por nada más.
Me gustaría rozarte y que eso haga que me estremezca sin sentir este frío que me atenaza.
Me gustaría empaparme en tu calidez, y no sentir que lo que tengo delante es un témpano de hielo.
Me gustaría vivir en un constante estado de relajación, y no con estos nervios que acabarán por traicionarme.
Me gustaría.....
Me gustaría levantarme y que todo fuese como he soñado, como he esperado, como llevo queriendo meses....pero siento que cada día que abro los ojos ese estado idílico se va escapando un poquito más de mis manos. Me gustaría tenerte ahí, a mi lado, siéndolo todo para mí...pero también sé que no soy nada y que un día muy pronto te irás. Y me quedaré sola, vacía, perdida y triste. Porque sí. Porque en el fondo sé que no saldrá bien, por mucho que intente ilusionarme y relegar esa desconfianza al fondo de mi ser. Sé que todo lo bueno que puedo soñar se irá al abrir los ojos. Vivimos en la realidad, no en el mundo paralelo, y en ella tú no estás donde yo quisiera.
Mañana me despertaré y todo seguirá igual. Mañana nada habrá cambiado.

sábado, 24 de enero de 2015

Te echaré de menos abuelo

Tantas preocupaciones han rondado mi cabeza estos días,tantos pensamientos que ni siquiera me he parado a pensar todo lo que te echo de menos... De niña siempre me imaginaba que cuando esto pasara me dejaría hecha polvo y que iba a perder a una parte muy importante de mi vida.
Y así ha sido,porque contigo abuelo,se ha ido el último resquicio que me quedaba de mi niñez,contigo se ha ido una parte de mí,de cuando jugábamos,de cuando te escuchaba reír,de cuando tapabas mis travesuras,de cuando me mimabas, de cuando cumplías mis caprichos...
Ahora que ya no estás,sin ti y sin mamá,ya soy una mujer rodeada de soledad y vacío. Nada será lo mismo sin vosotros y tristemente os recordaré.
Cuidaros ahí arriba,yo os seguiré queriendo y recordando desde aquí abajo.

domingo, 18 de enero de 2015

Adiós abuelo....

Ayer un ángel más ha subido al cielo. Mi ángel de cuando era niña, quien me mimaba, quien me consentía, con quien tengo tan buenos recuerdos y quien tanto me quería.
No he podido decirte adiós, mis últimas palabras fueron un "hasta pronto"...pero las leyes del destino han querido ahorrarnos a los dos ese dolor. En mi corazón guardaré tu risa, tu paciencia, tu cariño y la devoción que sentías por tu nieta.
Recordaré nuestras partidas de cartas, el irme contigo a pasear, cuando saltábamos la hoguera en San Juan juntos de niña, cuando me hacias rabiar...hasta eso añoraré.
Sé que esto tenía que pasar, que es lei de vida, pero yo te seguiré echando de menos cada día y sobre todo cuando vuelva a casa y ya no estés.
Ahora te reunirás con mi otro ángel, con quien era tu vida, cuidareis el uno del otro y juntos brillareis para seguir guiándome desde ahí arriba. Una estrellita más en el cielo brillará a partir de ahora.
Gracias por ser como eras y por quererme como lo has hecho.