jueves, 13 de noviembre de 2014

Ilusión

Ilusiones.
Ilusiones vacías.
Ilusiones rotas.
Ilusiones....¿para qué?
La ilusión es la magia de la vida, es así, pero también puede ser una cicatriz lacerante e hiriente.
Nos ilusionamos sí, como un niño pequeño al abrir su juguete nuevo, pero esa ilusión enseguida se trunca. Se ve rota por, con toda la probabilidad, terceras personas. Personas ajenas a nosotros, pero que quizás a veces tienen más poder en nuestra mente que nosotros mismos.
 ¿Entonces como se recupera una ilusión hecha añicos? Sinceramente, yo no lo sé. Me gustaría saber la respuesta, quizás así también podríamos protegernos ante nuevas ilusiones y/o esperanzas, incluso de futuro.
Pero visto que no hay una fórmula mágica, simplemente nos queda aprender a vivir con esa ilusión rota, esa ilusión que se va transformando en indiferencia y, quizás un día, llegue a desaparecer del todo sumiéndonos de nuevo en un mar de tranquilidad.
Bien, así las cosas, intentemos dejar de ilusionarnos. La ilusión es magia, y tal magia solo existe en la imaginación de los magos, no en la vida real, aquí, amigos míos, no sale bien.

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