domingo, 29 de diciembre de 2013

Remata o 2013...feliz ano!

Estou de volta na casa por Nadal, como o bo turrón, pero co retorno sempre chega volta a rutina da casa, ós problemas, a presión. Tamén significa voltar a ver persoas que marcan, que nos fan reflexionar quenes somos, e que deixamos atrás, e iso tamén e difícil de afrontar. Ver que pasa o tempo e eses sentimentos van quedando tan atrás que semellan esquecidos doe, non deixan de ser unha ferida sangrante.

O ano está a piques de rematar...é un ano que pasou sin pena nin gloria porque a verdade é que non me aportou nada, estou igual que cando remataba o 2012. Non trouxo cambios, pero tampouco nada malo, así que non podo queixarme.
Non sei que nos deparará o 2014. Oxalá que sexa o ano do cambio de traballo, de acercarme a miña terra, e polo demáis que se manteña así de tranquilo, mentras todo siga así e non empeore, aceptareino de boa gana. E si trae boas novas, benvidas sexan, que a veces é moi necesaria unha pouca de ledicia e felicidade.

Sen máis. Feliz ano novo a todos.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Texto que invita a reflexionar....

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene nombre....autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional no son sino señales de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es...autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento.
Hoy sé que eso se llama...madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo misma) no está preparada.
Hoy sé que el nombre de eso es...respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud.
Hoy sé que se llama...amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es...simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón, y con eso, erré muchas menos veces.
Así descubrí la...humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama...plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada.
Y esto es...Saber Vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos...hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Sólo con el tiempo te das cuenta...



"Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma;
y uno aprende que el amor no significa acostarse
y que una compañía no significa seguridad,
y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos,
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen su forma de caerse por la mitad.

Y uno aprende que si es demasiado
hasta el calor del sol puede quemar.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno es realmente fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende....y así cada día.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien
porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo aprendes que si estás con una persona
sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.

Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados
y quién no lucha por ellos, tarde o temprano,
se verá rodeado sólo de falsas amistades.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas
en momentos de ira
siguen hiriendo durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es atributo sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente
es muy probable que la amistad nunca sea igual.

Con el tiempo te das cuanta que aún siendo feliz con tus amigos,
lloras por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida
con cada persona, es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta que el que humilla
o desprecia a un ser humano, tarde o temprano
sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o desprecios.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy,
porque el sendero del mañana no existe.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas y forzarlas a que pasen
ocasiona que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
añorarás a los que se marcharon.

Con el tiempo aprenderás a perdonar o pedir perdón,
decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas,
decir que quieres ser amigo,
pues ante una tumba, ya no tiene sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo..."

viernes, 6 de diciembre de 2013

Creí en ti, y ahora me consume esta indignación

Celos, que  malos y horribles son. Qué difícil es controlarlos, cuanta sangre tienes que tragar para que un gesto no te delate, para que una mirada no te traicione y una palabra no te condene.
Me ilusionaste, me mimaste, me hiciste creer en algo que no existió. He vuelto y estás con ella, y lo peor es que me duele veros juntos. Ayer se me hizo un nudo en el estómago, el corazón me golpeaba fuertemente en el pecho deseoso de salir para decir todo lo que mi mente y mi boca callaban y pugnaban por mantener en secreto. Sentía celos de ella, de como la abrazabas, de como la buscabas, de como la mirabas. Me indignaba verte allí, ver como la tocabas. Me dolía veros juntos. Me di cuenta en cuanto os vi, algo había cambiado esta semana en la que yo no había estado.
Y ahora toca poner buena cara, fingir que aquí todos contentos, pero por dentro me corroen los celos, y no entiendo por qué. Esto es nuevo para mí, no sé como hacer para que no salgan a la superficie y se queden sepultados en donde han osado a emerger.
Pensaba que eras diferente, que no eras como todos, sí raro, pero también interesante y con muchos de los valores que yo busco en la persona con la que comparta mi vida. Me encantaba dormirme hablando contigo, que me sorprendieses bailando, que me piropeases y me mirases con ojitos. Cruzarnos miradas cobardes, gestos invisibles. Me llamabas "tu fauna" y tú eras "mi fauno". Pero ya todo ha desaparecido.
Me has fallado, creí en ti, y tú has traicionado mi confianza.

domingo, 1 de diciembre de 2013

2 años después te sigo extrañando ama

Sin querer buscarte,
te confundo entre las sombras.
Escucho tu cálida voz,
susurrándome una caricia en mi espalda,
mientras tus manos se deslizan por mi pelo
recordándome tal sensación olvidada.

Sin querer buscarte,
busco tu sonrisa en cada persona desconocida,
confundo tus ojos entre pestañas ajenas
mientras tu recuerdo brilla en mis lágrimas.

Sin querer buscarte,
te veo en cada atardecer,
en cada ola del mar rompiendo en la orilla,
en cada gota de lluvia
que sin quererlo por mi piel.

Sin querer buscarte,
te encuentro en cada letra que escribo.
Sin quererlo, 
te beso en mi soledad,
te abrazo en mi almohada,
y te extraño cuando la nostalgia aprieta.

Sabiendo que jamás te encontrare
mi corazón no se da por vencido.
En mi silencio te lloro,
mientras mi vida sigue pasando
y el dolor de tu pérdida no mengua.

Me pierdo en el laberinto de tus ojos
cuando intento recordar tus miradas,
porque dos años después no he olvidado
que tus ojos azules siguen siendo mi religión.

Acompaso mis pasos a los tuyos,
aún cuando no caminas a mi lado.
Te recuerdo cuando sólo me estoy buscando a mí
y me pierdo cuando decido dejar de buscarte.

Aún sin querer encontrarte,
no he dejado de buscarte;
ya que estos dos años sin ti
se han echo muy cuesta arriba.
Pero sé que sin querer buscarte,
te sigo encontrando.
Te quiero ama.