sábado, 21 de septiembre de 2013

DÍA MUNDIAL CONTRA EL ALZHEIMER: ESA ENFERMEDAD QUE BORRA LO MÁS BONITO E ÍNTIMO DE TODO SER HUMANO: SUS RECUERDOS

Se despertó bruscamente tras un intenso sueño que no recordaba. Se acarició el rostro y se levantó. Al verse reflejada en el espejo vio que esos ojos que le devolvían la mirada le resultaban familiares, pero no sabía por qué. Era el primer ejercicio de cada día de una rutina muy repetida en los últimos tiempos.
Al otro lado de la cama dormía esa persona con la que llevaba despertándose prácticamente toda su vida, pero no podía recordar ni su nombre. Cada mañana era un desconocido para ella a pesar de que lo había amado desde el primer día que se vieron y llevaba compartiendo cada instante intensamente a su lado durante más de cuarenta años. Lo besó en la frente, era lo que sentía que debía hacer.
Tenía el corazón acongojado mientras cepillaba sus ya blanquecinos cabellos observando que en la foto que adornaba la pared había una preciosa mujer rebosando alegría a la vez que su melena dorada caía sobre el hombre que estaba a su lado y la abrazaba ansiosamente. Se preguntó quienes serían, ya que parecían realmente felices....
Bajando las escaleras escuchó voces familiares, pero no las acababa de reconocer...al llegar a la cocina la estaban esperando, esos ojillos llenos de vida que la saludaban con un abrazo y un "hola abuela" llenos de una emoción que se iba truncando al ver que ella no los correspondía. Se sentía triste, no sabía por qué se veía sola en un mundo que no era capaz de reconocer, cuando su alrededor no hacía más que demostrarle que era alguien apreciado.
Una mano amiga en su espalda le recordó una sensación desaparecida entre los pliegues del olvido mientras un escalofrío la recorría de pies a cabeza. El tacto de esa mano le era familiar, la acarició y sintió que era parte suya. Se vio a sí misma en esos ojos, pero sin arrugas rodeándolos.
Su hija le recordó que tenía que afrontar un nuevo día, que no estaba sola, que allí estaban las personas que veía día tras día en fotografías que representaban los años de su pasada vida.
Se vio reflejada en las miradas de la que ella creía su familia, esas personas que día tras día no tiraban la toalla y le dedicaban sonrisas y cariño. Supo que los quería, que aquello que sentía en su interior era amor, como lo que le transmitía la mujer vestida de blanco en la foto. Aunque no recordase ese sentimiento ni los nombres de sus seres queridos, simplemente supo que los había querido y seguía haciéndolo, a pesar de que sus recuerdos estaban borrados."

SIN RECUERDOS NO SOMOS NADIE






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